Cuando decidimos traer vida a este mundo, tenemos que considerar ciertos parámetros, más aún si tenemos otros pequeños. Lograr que no se sientan excluidos o reemplazados es una de las tareas más importantes. Te dejo aquí estos consejos que me fueron de mucha ayuda en este proceso de adaptación.
Prepárelos para aceptar cambios en su vida diaria. Hable con ellos sobre cómo el bebé cambiará su horario y actividades familiares, y cómo pueden adaptarse juntos. Asegúrese de ser abierto y honesto acerca de las expectativas y necesidades del recién nacido.
Hazlos parte de la vida del bebé, y ofréceles oportunidades de participar activamente en el cuidado del bebé, como ayudar a cargar los juguetes, armar el biberón y mantenerlos ocupados mientras cuidas al recién nacido, esto les dará una sentimiento de importancia y responsabilidad en la familia.
Respeta sus emociones, escucha sus preocupaciones y problemas sobre el bebé, y trátalo con comprensión y paciencia, no ignores ni minimices sus sentimientos. Permítales expresarse sin sentir que los están juzgando negativamente.
Dedícale un tiempo especial, garantiza un tiempo exclusivo con los adultos de la familia para hablar de sus preocupaciones, o simplemente disfruta de sus atenciones sin distracciones. Esto le ayudará a sentirse parte de la familia y mejorará su autoestima.
Celebra sus logros y avances, y felicítalo por cualquier cosa que haga bien, ya sea relacionada con el cuidado del bebé o en otro aspecto de su vida.
Déjale elegir algo especial que le guste al recién nacido, como un juguete o ropa, ayudará a resumir su pertenencia y responsabilidad en la vida del bebé.
Ten paciencia, asegúrate de no presionarles demasiado con las tareas familiares y dales tiempo para adaptarse al cambio poco a poco. Eso evitará que se sientan sobrecargados o frustrados. Recuerda que son solo niños. Sólo quieren el amor y la atención de sus padres, y por eso es muy importante involucrarlos en la nueva rutina familiar.